domingo, 8 de julio de 2012

Nombre: Igna, el curado, cristiano, desvirginador.
Edad: 25(?)
Fecha de participación: 2007

 


Lindo, simpático, preocupado, amoroso, tierno, educado, piñerista, visitante de las iglesias, medio caído al litro, opositor del consumo de marihuana (Buuuuu !), buena familia y malas costumbres.
Nos conocimos en un carrete bonus, con gente bonus en un lugar bonus. Cuando llegué al carrete varios hablaban del rubiecito que era buena onda, jamás lo vi porque yo estaba centrado en mantener la compostura y, como siempre, andar cagándome de la risa.
Ya entrada la madrugada, a modo de kawin, me cuentan que el rubiecito estaba acostado con un tal Lucas (el famoso mino de Marcelo que pasó por mí) teniendo sexo en un dormitorio del segundo piso. Esa era la primera vez que compartía un espacio con puros homosexuales y la escena me chocó un poco.
Semanas después, volvimos a carretear en ese mismo lugar pero el escenario cambió, ahora Igna estaba soltero y yo ya le había echado el ojo.
Dos piscolas, tres cigarros y yo ya estaba con él en un sillón haciendo todo lo que mi dignidad y su respeto nos permitían (yo aun era virgen y él era un galán).
Como casi siempre, Igna andaba borracho, le encantaba tomar hasta perder la conciencia, no se quedaba tranquilo hasta que el cuerpo dejaba de responderle.
Seguimos viéndonos, seguimos "saliendo" y todo andaba rebien. Un día fuimos a Blondie y a mi me dio como el ataque de viejo fornicado y no podía mover las piernas, el pobre galancete me llevo en brazos a un taxi y nos besuqueamos ahí mismo, el taxista era super open mind porque no nos cobró ni más caro ni nos echó del auto!.
Un par de días después fuimos al cumpleaños de un amigo, en el carrete pasaron cosas heavys... demasiado, diría yo.
Él borracho, muy borracho, yo volado, muy volado... discutimos porque él me tironeó por fumar marihuana y yo lo mandé a la chucha por ser un curado. Horas más tarde estábamos en un cuartucho de aseo desnudos, y teniendo sexo. Sí, esa es mi verdad, Marcelo no fue mi primera vez como se lo hice creer para mantener mi imágen de princesa Disney, a mi ya me había follado el Igna, fue rico y extraño, doloroso pero placentero. Se portó como todo un hombre de bien, me cuidó, me lo hizo con cariño y por eso jamás lo podría olvidar.
Entre rollos de confort y artículos de aseo, perdí mi virginidad THE REAL.
Después de eso, conocí a Marcelo, me enamoré y lo dejé e hice como que jamás le había visto el pene a ese hombre, sin embargo en secreto siempre mantuvimos contacto, hasta ahora.
Ignacio, el curado que me desvirginó, el que siempre fue amable, el mino ideal que no supe aprovechar.

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